3 beneficios de usar la meditación en niños
1 Conectar a nivel emocional con tu hijo o hija.
Hay algunos peques que expresan y les cuentan a sus padres lo que les sucede, ya sea porque tengan miedo y lo expresen o estén preocupados y te lo cuenten.
Pero hay otros peques que simplemente tienen dolor de barriga y no quieren ir a la escuela, al campamento o a casa de la abuela.
Estos niños no han expresado sus sentimientos, sus emociones, como padres muchas veces podemos detectar que algo le está pasando a nuestros niños, puede ser por ejemplo que nuestro hijo nos hable a través de un dolor de barriga, un mal comportamiento, una rabieta, etc.
¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a expresar sus sentimientos y emociones?
Podemos encontrar diferentes actividades para trabajar las emociones con nuestros niños, a través de dibujos, la pintura, la música, inteligencia emocional.
Una forma distinta de ayudar a tu hijo o hija a abrirse y expresar sus emociones es a través de una visualización, una meditación o el mindfulness.
Gracias a alterar su fisiología química a través de la meditación, su cerebro empieza a comunicarse mejor entre sus dos hemisferios y es entonces cuando encuentran palabras o formas de expresar lo que les sucede.
También puede que hayas creado un espacio seguro y en ese momento se abran a expresar.
Cómo madres o padres o incluso maestros podemos acompañarlos desde otro lugar porque llegamos a entenderles mejor.
Es importante una vez se abran a expresar no juzgarles y respetar su momento no queriendo imponer nuestro pensamiento. Has logrado que se abran, has logrado que expresen, es un momento de escucha, respeto y muchos mimos.
Si aún así haces la meditación o visualización y no expresan, respetalo también. Por mi experiencia llega un día que si lo hacen.

2- Aprender a fabricar sentimientos o emociones sin necesidad de nada externo que se los provoque.
Vivimos en una sociedad donde queremos cosas y hacemos mil y una historias para conseguir algo. Pero si rascamos y vamos más profundo queremos ese algo para sentirnos de un determinado modo.
- El hijo que estudió derecho, medicina o ingeniería para sentirse reconocido y valorado por su familia.
- Los zapatos altos y carísimos que te compraste para sentir ese momento de alegría o merecimiento momentáneo que cuando llega el día siguiente no te los pones.
Si te das cuenta, las emociones mueven el mundo y pueden dominar nuestra vida y tomar decisiones erróneas si no somos conscientes de ello.
¿Te imaginas poder enseñar a tu hijo o hija a fabricar alegría sin necesidad de tener delante un regalo que desenvolver? O sentirse un buen jugador de fútbol sin las últimas zapatillas de Mesi….
La mente piensa y el cuerpo siente. Vamos a unir mente y cuerpo para fabricar el sentimiento que quieran sentir.
Puedes enseñarles a cerrar los ojos y a generarlo de dentro hacia fuera. No de fuera hacia dentro utilizando técnicas de relajación y visualización para niños.
Sino siempre estamos a merced de lo que suceda en nuestra vida para sentirnos felices. En cambio si lo fabricamos de dentro hacia fuera es algo que tendrán para toda la vida.

3- Aprender a manejar el estrés y las emociones.
Todo pasa y nada es eterno.
Podemos enseñarles a nuestros hijos que ellos no son una emoción sino que solo la están sintiendo.
Y un sentimiento se puede cambiar.
Estudié con el HeartMath Institute y ellos enseñan técnicas muy sencillas y efectivas en las que ayudan a cambiar la frecuencia cardíaca del corazón arrastrando el estrés mental a un estado más coherente y de calma.
Ya sea que nuestros hijos sean movidos, tengan mal comportamiento, tengan una mala conducta, celos o cualquiera etiqueta que les pueden poner, haciendo algo tan potente y sencillo haces que tu cerebro entre en un estado de coherencia, se comunique mejor y veas posibilidades donde antes no las veías.
Así que si, algo tan potente y sencillo podemos enseñar a nuestros hijos y les va servir para toda la vida.
He hecho esta guía porque es lo que a mí me hubiera encantado encontrar. Una guía donde me enseñaran a guiar la meditación que mis hijos pueden necesitar un determinado día.
Así que esto es una guía práctica para toda mamá que no hace falta que sepa meditar y quiera dejar entrar a su vida esta práctica milenaria tan poderosa para ayudar a sus hijos de una forma distinta.
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